A lo largo de los años he formado a cientos de profesionales y emprendedores.
Por cierto, que de todos ellos he aprendido mucho. Nunca me he ido con el saco vacío, y no me refiero a dinero, que también, sino a conocimiento.
Mi padre me enseñó que siempre hay que ser humilde y aprender todo lo que los demás puedan enseñarte.
Mi madre le daba la razón y remataba con eso de "Juanma tú trabaja que te irá bien en la vida".
En cuarenta años (¡jopeta, qué mayor me estoy haciendo!) he tratado con cientos de empresarios.
A algunos les he formado en carisma.
No tenían la menor idea de qué era eso.
Mucha gente piensa que eso del carisma es para sicólogos y siquiatras.
Pues no, es para todo el mundo que quiera tenerlo.
Se trata de un tema muy complejo de enseñar, pero que es muy sencillo de aprender.
Por cierto. que no se nace con carisma.
No que hay que ser un tipo muy serio para tenerlo.
Ni tampoco una señora muy rígida para ser carismática.
La gente no cae en que el carisma es como la vida misma.
Se enseña y se aprende.
Solo tienes que querer tenerlo. Solo eso.
Y se disfruta.
Porque imagino que subirse a una farola no es carismático. ¿O sí?
Depende.
Carismático es todo aquello que te hace ser percibido como alguien especial.
Con la bromita de la farola, que ha sido muy vista y comentada, me han salido dos clientes.
Tú me dirás si es carismático y yo te diré si es rentable.
También me ha salido un buen cardenal que recorre todo mi pecho, porque me pegué una tremenda leche en el fallido intento.
Que todo hay que decirlo.
No lo parece pero me la pegué. Y mis hijos se partieron el pecho riéndose de mi.
Evidentemente, no te pido que te subas a una farola.
Ni que te tires por una tirolina.
Ni tampoco te pediré que te depiles las cejas al hilo, que duele que ni te imaginas.
Pero tener buena imagen tiene sus sacrificios.
Si eres hombre pregúntale a tu mujer, novia o hermana y te dirán.
Cuando subí ese video mis hijos me dijeron que estaba más pallá que pacá
O que te subas a un patinete en medio de una conferencia, que es lo único que el público va a recordar de esa conferencia.
Mi mujer me echo una tremenda bronca cuando lo vio, porque podía haber tenido un accidente.
Y es cierto, pero en ese momento no lo piensas.
Surge y te lanzas.
No te engañes que el resto de lo que les has contado en esa charla se les va a olvidar en cuanto se tomen el aperitivo.
Pero sin embargo es posible que alguien diga:
¿Te acuerdas del chalao ese que en medio de la conferencia se subió a un patinete y casi se mata?
¿No tenías que contratar a alguien para dar una charla?
Podías llamarle, ¿no?
O que te cortes el pelo al cero para protestar por la impresentable situación a la que se ven sometidas las mujeres afganas, iraníes y de otros muchos países.
Esto no era para vender sino por el tremendo cabreo que te produce que estas mujeres no tengan los mismos derechos que tienen en España tu mujer y tus tres hijas.
Que te pone de una tremenda mala leche.
Y que lo hagas en un teatro abarrotado por ochocientas personas.
Cuando subí el video mis hijos NO me dijeron que estaba más pallá que pacá
Bueno, ya te he entretenido un rato. Y no te hablado de precios.
Ahora vamos a la venta.
He montado varios negocios, solo, acompañado y mediopensionista.
Unos han ido bien, otros mal y otros... mejor me lo dejamos.
Pero sigo vivo y con mi familia.
Cuando hablamos de carisma tenemos que tener presente que el ego es nuestro peor enemigo y hay que luchar contra él.
El ego nos destruye y también a todo lo que tenemos a nuestro alrededor. Por eso es esencial combinar el carisma y la empatía.
Eso nos ayudara a crecer y vender.
Porque todos queremos vender, ¿verdad?
También tenemos que pensar que lo importante no es vender, que eso lo hace casi cualquiera.
Lo importante es saber a quién vender
cómo vender
cuándo vender
y para qué vender.
Y tenemos que tener claro que el ego nos perjudica y la humildad nos beneficia, porque...
Ambos son como el día y la noche, el bien y el mal, la sal y el azúcar.
Lo contrario al ego es la humildad.
Lo contrario a la humildad es...
Mientras el ego se centra en la autoestima, que todos tenemos, aunque hay quien se pasa de frenada, la humildad nos pone los pies en el suelo y nos acerca a la felicidad.
¿Acaso no quieres ser feliz?
¿Prefieres andar todo el día con la amargura rondándote el cerebro y amargándote en el corazón?
Lo que te estoy comentando se puede enseñar, y si se puede enseñar lo puedes aprender.
Solo depende de ti.
Es la diferencia entre estar con un tremendo cabreo y amargura todo el día, odiando a todo el mundo porque crees que todo el mundo te odia, o mirar las cosas de forma positiva.
Ya sabes, botella medio vacía o botella medio llena.
Solo tienes que aprender la forma de ver esa dichosa botella, porque la botella va a seguir igual, la mires como la mires.
¿Sacas adelante tu trabajo con buena actitud o llegas a casa con un tremendo cabreo?
En el segundo caso lo pagas con tu familia, la cosa termina en divorcio y ves a tus hijos cada dos semanas.
Sí, puede que triunfemos en nuestro trabajo, quizá. Pero somos un tremendo fracaso como padres y madres.
Peor no lo podemos hacer.
A eso nos lleva el ego, primo hermano de la vanidad y la arrogancia.
Algo de lo que carece la gente que busca la humildad que le permite ser carismática.
Que reconoce sus propias limitaciones.
La humildad es la cualidad que contrarresta el ego y fomenta una actitud más equilibrada y respetuosa hacia uno mismo y hacia los demás.
Una cualidad que te permite triunfar con la ayuda de los demás.
Con el ego es posible que triunfes, no te digo que no, pero no será con la ayuda de los demás sino a pesar de los demás, que en cuanto puedan te quitarán de en medio.
Cuando tengamos eso claro, será mucho más sencillo.
No es lo mismo una persona normalita como tú y como yo, un emprendedor, un ejecutivo o un empresario que quiere empitonar (ego) a todo el mundo que alguien que quiere (humildad) comunicar con carisma.
En una formación que hice en el MIT sobre Comunicación Persuasiva, en la que me he certificado, nos dejaron muy claro esa gran diferencia.
Y esto lo vemos si tú quieres.
Lógicamente, tiene un precio.
Todo lo que vale cuesta, ya sea trabajo, esfuerzo o dinero.
Aunque no todo lo que cuesta lo vale.
En este caso lo vale y te cuesta.
Faltaría más.
Para que no pierdas el tiempo te digo los precios y luego sigues leyendo si te parece oportuno.
Aunque ya queda poco que leer.
- 1- En tu empresa, dos jornadas, de mañana o tarde, 5.000 euros más impuestos (gastos de desplazamiento y estancia por tu cuenta).
- 2- Lo mismo pero por Zoom, en cuatro sesiones de dos horas cada una, cuatro días, cuatro semanas seguidas, (sin gastos) 5.000 euros más impuestos. Existe la posibilidad de que no tengamos tiempo de tocar todos los temas que tengo previstos en esas cuatro jornadas, en ese caso habría que dar una más, por el mismo precio.
- 3 - Una sesión de dos horas seguidas por Zoom, 1.000 euros. Queda escasa. Algunas personas optan por esta y luego contratan la opción 1 o la 2.
- 4 - Una conferencia son 3.000€ más gastos de desplazamiento y alojamiento si es fuera de mi ciudad.
Hay más opciones, pero mejor lo dejamos aquí, que hoy me toca ir a por el pan y limpiar los cristales, quitar el polvo, poner la lavador ay hacer unas lentejas, aunque acabaré abriendo una lata, porque los tutoriales de YouTube no los entiendo muy bien.
Con lo que te he dicho sobre los precios ya te haces una idea mientras yo hago mis tareas de casa.
Piensa que no solo queremos ganar dinero, que también. Además pretendemos tener relaciones estables con las personas.
El carisma es algo que se aprende y quizá quieras que alguien te ayude a adquirirlo.
Ya sabes lo que hago.
Sabes lo que cuesta.
Solo tienes que mandar un email y hablamos.
Si hay otra persona que te ofrece algo parecido, valóralo.
Quizá te interese más esa persona.
Solo asegúrate de que es una persona honrada, que seguro que sí.
Si tengo fecha libre y nos cuadra a ambos, es posible que nos veamos en persona.
Entretanto, pasa un feliz día.
Y cuídate mucho, por favor.
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