Te imaginas que tengas que dar una mala noticia o seas tú quien la reciba.


La situación cambia, pero sigue siendo una mala noticia.


Te pongo un ejemplo real.
Cuando tuve cáncer y me lo dijeron y lo tuve que contar.


Porque no es lo mismo que te digan que tienes cáncer a que tú tengas que decir a la gente que tienes cáncer, sobre todo a quienes quieres.


En mi caso lo hice siempre con humor, aunque la procesión iba por dentro, eso no lo niego.

Este es un ejemplo real.


Juanma!! ¿Qué tal ha ido todo?
Mal. El cáncer es peor de lo esperado. Me vuelven a operar el día 28.
¡No me jodas!
No, no puedo. Me ha dicho mi doctora que nada de sexo.
 

Esta es una conversación que tuve por WhatsApp entre mi pri­mera y mi segunda operación de cáncer de vejiga, en junio de 2017.
Una amiga me preguntaba por mi estado de salud y lo de más arriba es lo que yo le respondí.

Aunque no es gracioso el tema, lo cierto es que no hay que des­aprovechar nunca la ocasión para sacar una sonrisa o incluso una carcajada.
 
Así es como yo he aceptado mi cáncer, porque, me guste o no, como el carro de Manolo Escobar, mi cáncer es mío.


En ese tiempo aprendí mucho sobre cómo dar las malas noticias.


Juanma Romero, que es emprendedor, y siempre lo ha sido, desarrolló una conferencia sobre el tema. (Y ya vuelvo a hablar en primera persona que esto de la tercera del singular queda muy raro).


Conferencia que vendo, como más abajo comprobarás.
Y te diré el precio para que no perdamos el tiempo.

Cómo dar bien las malas noticias en el ámbito médico

Porque a algunos médicos les correría a gorrazos por los pasillos de los hospitales.
 
Sabrán operar, pero transmitir las malas noticias, de eso no tienen la menor idea. 

Aunque es cierto que han mejorado con los años.

Me puse manos a la obra, me leí todo lo habido y por haber.

Hablé con médicos, personal sanitario en general y enfermos.

Hablé con sus familias y empecé a escribir y a preparar mi conferencia y en unos meses ya estaba lista.
Me gustaría parecerte un tipo super eficiente para que me compres la conferencia, pero lo cierto es que me llevó más de un año prepararla y terminarla porque

fue un trabajo duro

y coincidió con varias cosas que se juntaron

mi tratamiento del cáncer,

una tienda que montamos dos de mis hijas y yo en Amazon
un libro que escribimos esas dos hijas y yo Carisma y empatía

mi candidatura del presidencia de RTVE, en la que quedé en muy buen lugar, pero los políticos se repartieron el pastel.

Volviendo a lo de las malas noticias.

Es muy importante saber cómo darlas, porque si ya le estás diciendo a un ser humano que tiene una enfermedad grave, en ocasiones mortal, por lo menos mírale a la cara, que no te cuesta tanto.

Hay mucho médico impresentable que mientras te está hablando está mirando el ordenador o enviando un WhatsApp.

En los hospitales todavía queda suelto mucho
borrego
     besugo
          lametuercas
               soplamorcillas
                    y algún que otro tuercebotas zampabollos al que habría que partir la cara (física o virtualmente, tú eliges).

Aunque, afortunadamente, cada ver menos.
Muchos menos.

La falta de carisma y empatía es absoluta en muchos de estos soplagaitas. Sobre todo la empatía.

Pero uno es emprendedor, y esa conferencia que imparto para mostrar cómo se pueden dar bien las malas noticias en el ámbito médico tiene su traducción en cómo dar bien las malas noticias en el ámbito empresarial.


Porque mala noticia es que te digan que tienes cáncer y mala noticia es que te digan que "te vas al paro el lunes", aunque cada una en su justa medida.

Y si hablamos de dinero, ya te aviso que la conferencia te va a costar más de mil
y más de dos mil euros
te lo digo por si no quieres seguir leyendo.


           ¿Qué te puedo ofrecer?
                           Depende de lo que tú quieras.

                       ¿Qué necesitas?

Si lo que quieres es una casa nueva o un coche de lujo, este no es el sitio.

Pero si lo que necesitas es una conferencia en un centro médico, en una convención sanitaria o en un evento relacionado con el mundo de la empresa, has llegado al lugar adecuado.

Y luego, después de esa conferencia me quedaré el tiempo que haga falta para charlar con los asistentes.
No soy de esos que dan su charla y salen corriendo, a no ser que se me escape el tren, claro.

Me encanta darle palique al personal.

Vamos a hablar de Cómo dar bien las malas noticias y de otros temas relacionados con la comunicación, el carisma y la empatía. Porque todo va relacionado. Y vamos a hablar de cómo se dan esas noticias y, también, como las recibimos.

Te puedes informar si me escribes a juanma@haztevisible.es

Conozco el tema porque:

lo he vivido en primera persona

he pasado un cáncer

he dado malas noticias en el ámbito profesional

me han dado malas noticias en el ámbito profesional

me han comunicado que tenía cáncer sin ningún familiar a mi lado

he tenido que decir que tenía cáncer a mi familia, 

se lo he tenido que contar mis padres, que eso si que es duro (en mi charla te cuento la estrategia que seguí en su momento para contárselo a ellos).
 
Me hicieron una primera operación que salió tan mal que pensé que que no saldría vivo de la siguiente.
Me puse en contacto con la Asociación Española contra el Cáncer, les comenté que quería contarlo en mi programa, les pareció una excelente iniciativa y me dieron unas pautas a seguir.
Escribí un texto.
A la persona que estaba pasando el texto para que yo lo leyese se le fue la mano y se perdió el texto

Tuve que improvisar.

Es lo  más difícil que he hecho en toda mi vida profesional.

Al final todos lo que estaban en el plató, menos yo, acabaron casi llorando, aunque no era mi intención.

Puedes verlo pinchando aquí.

Por cierto, recuerda que si quieres la charla, que la cuento con sentido del humor, te garantizo que que hay risas, solo tienes que escribirme, te doy precio y buscamos fecha. Aunque ya te adelanto que el precio son 4.000 euros.

En mi charla os vais a emocionar pero no vais a llorar, de eso me encargo yo.

juanma@haztevisible.es